Promocionar tu trabajo: las claves del éxito

Imagínate esta situación: un día, paseando por la calle, se te ocurre una idea de negocio. Parece infalible, novedosa y necesaria, por lo que pones las manos a la obra. No obstante, cuando, tras meses y meses de trabajo, por fin estrenas tu producto o servicio, nadie le presta atención. ¿A qué se debe? ¿Qué podemos hacer para evitarlo? En muchas ocasiones, la respuesta es: promocionar tu trabajo.

Independientemente del sector al que te dedicas, dar visibilidad a tu servicio o producto es la clave principal de su éxito. Promocionar implica dar a conocer la creatividad y el esfuerzo que has volcado en el proyecto, algo que le aporta un gran valor añadido. Por ello, la labor de dar a conocer el producto no debería dejarse para el último momento, sino ser una tarea más dentro de la planificación a la hora de ponerlo en marcha.

Pero, ¿por qué deberíamos preocuparnos por la promoción? ¿No sería más divertido «lanzarse a la piscina», sin preocuparse sobre si los demás conocen el producto?

Para responder a eso, lo primero que debes determinar es el objetivo que persigues con tu trabajo. Si tu propósito es simplemente crear el producto y disfrutar de ello, la promoción no es algo esencial. Sin embargo, si tu objetivo es convertir un proyecto en tu trabajo (y, en ocasiones, en tu fuente de ingresos), dar a conocer lo que estamos haciendo es algo vital. Además, aunque sea una mera afición, compartir los frutos de tu esfuerzo con amigos, familia y conocidos resulta muy gratificante; y esto también es promocionarlo.

Entonces, ¿por dónde hay que empezar?

El primer paso consiste siempre en la planificación. Para llevarla a cabo de manera efectiva, debemos responder a una serie de preguntas:

  • ¿Por qué le va a importar al público nuestro trabajo?
  • ¿A quién va dirigido?
  • ¿Cuál es el propósito de mi trabajo?
  • ¿Qué valores diferenciales aporta?

Reflexionar y entender las respuestas a esas preguntas nos ayuda a enfocar correctamente las estrategias de promoción. Una vez conoces las necesidades del público y qué es lo que nuestro producto les puede aportar, ¡el siguiente paso es proceder a ello!

Las diferentes formas de promocionar tu producto

Existen infinitas maneras de promocionar tu producto. Las redes sociales, por ejemplo, permiten conectar con las personas que pueden tener interés en tu trabajo. Networking, o crear redes de conexiones, es otra forma clásica de llevar a cabo la promoción. Ambas herramientas nos permiten dar a conocer nuestra personalidad, creatividad que poseemos y mostrarle al mundo qué es lo que le podemos ofrecer.

Tener una página web dedicada al producto también resulta muy útil, ya que permite volcar toda la información sobre tu trabajo en un mismo sitio, fácilmente accesible para los usuarios.

Finalmente, anunciarse mediante diferentes herramientas es otra acción estratégica que se puede tomar. Pensar en maneras creativas de anunciar nuestro producto en distintas plataformas permite a los posibles consumidores a conocer nuestro producto e interesarse por él.

Al final del todo, la mejor forma de promocionar el producto es poner manos a la obra. Una vez comienzas este proceso, es muy fácil de entender el valor que tiene salir al mundo y decirles abiertamente lo que tu trabajo y esfuerzo vale.