Gestión de asociaciones

Una asociación se crea con unos objetivos que son compartidos con todos sus asociados.

De esta forma, para que la asociación funcione se deben realizar acciones para cumplir dichos objetivos.

La puesta en marcha y el seguimiento de las acciones pueden variar entre las diferentes asociaciones dependiendo básicamente en su gestión. Entre las que podemos encontrar tres tipos:

 

Autogestión

La gestión de una asociación puede ser llevada a cabo por sus propios asociados quienes, de manera desinteresada y gratuita, colaboran y ofrecen su tiempo o personal a disposición de la asociación.

Ventajas: tiene un reducido coste y un alto nivel de conocimiento del sector por parte del personal que gestionan la asociación.

Desventajas: puede resultar poco práctica y costosa porque los recursos extras deben ser aportados por los asociados más implicados.

 

Gestión mediante personal propio

El modelo más extendido en la gestión de asociaciones es mediante la contratación de un personal fijo y aconsejable.

La asociación cuenta con un equipo, generalmente un equipo muy reducido, dedicada exclusivamente a la gestión de la asociación.

 

Ventajas: las acciones se realizan con más regularidad y más especialización

Desventajassupone un alto coste ya que depende de un personal fijo, oficina y todos los recursos necesarios. Por lo que resulta una opción favorable para la asociación pero debe contar con los medios.

 

Gestión externa

Debido al gran aumento de las asociaciones y del tamaño de las mismas, han comenzado a surgir empresas como Rabuso que siguen el modelo AMC.

Estas empresas ofrecen a las asociaciones un personal especializado en cada área de servicio necesario en una asociación y realiza las gestiones que la asociación por sí sola no puede llevar a cabo.

La gestión externa puede servir tanto como apoyo al personal prestando asistencia o como gestión íntegra encargándose directamente de la Secretaría y la representación de la asociación.