¿Qué es “un precio justo”?
En muchas ocasiones, cuando tenemos un producto o servicio, lo primero que determinamos es su valor. Saber el precio de aquello que ofreces es vital: puede atraer o disuadir a nuestros potenciales clientes. Por tanto, es importante que sientan que lo que pagan corresponde con el valor del producto o servicio; en otras palabras, que sea justo.
Pero, ¿qué es un precio justo? ¿Cómo se crea y determina? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta?
En primer lugar, está el concepto de la oportunidad. Todos los productos o servicios tienen sus ventajas y desventajas que debemos identificar y entender. Para ello, es esencial llevar a cabo la labor de autoconocimiento: reflexionar, tanto antes como después del lanzamiento, en las debilidades y fortalezas, potenciando al máximo estas últimas.
Un ejemplo de ello es la exclusividad. Si nuestro producto transmite la sensación de ser único y limitado, algo que no se puede conseguir todos los días, provoca una sensación de urgencia (“si no lo compro hoy, ¡no voy a poder hacerlo mañana!”). De esta forma, es más probable que nuestro cliente le preste atención y esté dispuesto a pagar por ello. Cuanto más exclusivo el producto, más valor tiene para los consumidores.
Por otro lado, debemos conocer el mercado en el que nos estamos moviendo. Las tendencias de este ayudan a centrarnos en lo importante. Es algo que vimos después de la pandemia: los clientes deseaban presencialidad, por lo que aquellos eventos que se hicieron en esta modalidad han tenido más éxito (en comparación, incluso, con los años prepandémicos). Así, seguir estas tendencias nos ayuda a crear productos únicos y distintivos.
Esto también constituye una oportunidad de demostrar nuestras habilidades. Si nuestro equipo tiene una debilidad en un departamento, pero presenta una fortaleza excepcional en otro, debemos hacerlo saber y sacarle el máximo provecho posible.
Finalmente, la actitud multiplica los demás factores. Si nos aproximamos a una tarea con pensamientos negativos, el conocimiento y habilidad que le aportamos quedan opacas. Por tanto, incluso cuando tenemos deficiencias en otros ámbitos, llevar algo a cabo con buena actitud es la clave del éxito.