“No quiero venderte algo, quiero que me compres”
Es difícil destacar, en este mercado tan lleno de estímulos, de la gran variedad de opciones y canales a los que los consumidores tienen acceso. Por eso mismo hay diferentes técnicas de ventas para ello, como el neuromarketing, basado en los procesos psicológicos que llevan a los potenciales clientes a tomar decisiones irracionales, pero guiándoles a ello de manera sutil.
Algunos consejos y herramientas para facilitar estas tareas comerciales son los siguientes:
- “Una imagen vale más que mil palabras”: La importancia de lo audiovisual en la decisión de compra. Es muy importante trabajar el aspecto visual en las comunicaciones lanzadas, ya que la primera impresión es esencial para atraer consumidores. Por eso mismo, se debe cuidar la imagen y dar una buena impresión, sin importar si es físicamente, por teléfono o en formato audiovisual. También hay que trabajar el lenguaje, la claridad y la positividad en los mensajes lanzados.
- Vender a través de las emociones. Generar emociones y recuerdos positivos sobre la interacción en el consumidor puede ayudar a elegir tu producto en caso de dudas con otros competidores. Esto se consigue creando una relación cordial basada en la credibilidad y la empatía. Es importante ser amable y educado, y expresarse con claridad para que el consumidor entienda qué se está ofreciendo.
- Boca a boca. La imagen preconcebida que el consumidor ya tiene, los beneficios del producto, o la imagen de marca generada es lo que saben sobre ti. Esta información la obtienen, muchas veces, sobre lo que otros consumidores dicen sobre ti (valoraciones, recomendaciones, comentarios…). Siempre es mejor dejar que otros hablen de nuestro negocio, ya que la opinión parecerá mucho más sincera y calará más hondo en el subconsciente del usuario, hasta reflejarse en la intención de compra. Un buen ejemplo de esto, serían los vídeos testimoniales.
- Investigar al consumidor potencial. Antes de iniciar una campaña, es muy útil buscar información sobre el persona a llamar o visitar. De este modo, se pueden preparar los argumentos de ventas y personalizar las acciones comerciales hacia el interlocutor, pues ya se conocen las limitaciones que tiene o los aspectos que le pueden interesar en mayor o menor medida. Si ellos son los que contactan con la compañía, también es importante saber de antemano las razones por las que han hecho esta interacción.
En resumen, cuando se trabaja en la estrategia comercial, es recomendable intentar aplicar estos consejos para maximizar los resultados. ¡Esperamos que resulten útiles!