Equipos de trabajo
Desde los tiempos antiguos ya anunciaba Aristóteles que “el ser humano es un animal social”, esto es, un ser que necesita de los otros seres para sobrevivir, actualmente se podría re enunciar esta afirmación como el ser humano es un animal social e hiperconectado.
En el mundo laboral, esta visión del ser humano se ve reflejada perfectamente dentro del concepto de equipos de trabajo, conjunto de personas asignadas o autoasignadas, de acuerdo a unos criterios específicos, que trabajan de forma interrelacionada para cumplir una determinada meta u objetivo.
Si nos detenemos un instante en la definición de equipo de trabajo, es importante destacar la importancia de que todos los miembros del mismo trabajen en la consecución del objetivo común y que su nivel de compromiso sea equitativo.
Más adelante veremos que ocurre cuando estás dos características no se cumplen.
En 1965, Bruce Tuckman formuló un modelo de desarrollo de los equipos de trabajo identificando cuatro etapas de desarrollo que cada grupo atraviesa, así como algunas barreras o bloqueos que dificultan o impiden la evolución del grupo a la siguiente fase.
Estos son:
- Formación: Momento de creación del equipo de trabajo en el que se define el objetivo a conseguir, así como se reparten las tareas y roles para la consecución del mismo. En esta fase es fundamental conseguir la motivación del equipo y suelen surgir bloqueos relacionados con la falta de información o sentimientos de duda sobre la posibilidad real de alcanzar el objetivo.
- Tormentas: Conforme se empiezan a desarrollar las tareas, surgen las primeras dudas (sobre el proyecto, los responsables del mismo, etc.) que provocan un aumento de la tensión y generación de conflictos dentro del equipo. Es necesaria la gestión de estos conflictos, con la correspondiente redefinición de roles o tareas, para poder pasar a la siguiente etapa y poder alcanzar el objetivo fijado.
- Adaptación: Tras la correcta re fijación de roles y el ajuste de expectativas con la realidad, el equipo está listo para trabajar. Este es el momento en el que aumenta el flujo de información, ideas y cooperación. La única barrera en esta fase es que algún miembro del equipo se haya quedado “estancado” en el punto anterior.
- Desempeño: Cada miembro del equipo realiza las tareas asignadas y se empieza a trabajar por la consecución del objetivo común.
Igual que el «zoon politikon» de Aristóteles desarrolla sus fines en el seno de una comunidad, entender un equipo de trabajo como una entidad viva que desarrolla su actividad en el marco de la comunidad empresarial, con sus propias características y fases de desarrollo, ayudará a todos los implicados a optimizar su uso e involucración en los mismos.