Si una imagen vale más que mil palabras, imagina lo que un vídeo podría hacer
El poder de las fotografías y los vídeos reside en la capacidad que tienen para capturar emociones y conservar momentos especiales. Ambos nos permiten revivir experiencias y traer de vueltas las sensaciones y recuerdos de un momento particular. Cuando se trata de eventos corporativos, sin embargo, los recursos audiovisuales tienen un papel aún más estratégico.
Para organizaciones como Rabuso, la fotografía y el vídeo no son solo herramientas para documentar, pero también son elementos esenciales que ayudan a mejorar la imagen de marca, comunicar los valores de cada asociación y capturar momentos clave de los eventos.
Estos audiovisuales son mas que recuerdos, se vuelven parte del legado del evento, ayudando a promocionar las ediciones futuras e incluso para generar interés en el sector en general. Un recurso visual bien cuidado de un evento invita a aquellos que no asistieron a reconsiderarlo para ocasiones futuras, mientras que atrae a nuevos miembros y fomenta el compromiso que ya se tiene con los miembros existentes.
Hay tipos muy diferentes de contenido audiovisual que se pueden crear a partir de un evento; los vídeos promocionales son una gran manera de generar expectación antes de que éste ocurra, mientras que los vídeos resumen dan una visión rápida de los momentos más importantes. Otros formatos como entrevistas con figuras clave o testimonios de los miembros de la asociación añaden un toque extra a la cobertura del evento.
Cuando se debe cubrir un evento, es importante tener una gran variedad de imágenes; los recursos como banners, bolsas, etiquetas o programas ayudan a reforzar la identidad visual del evento, mientras que las fotos de los oradores durante sus ponencias -especialmente en los momentos de apertura y cierre- son clave.
Planos amplios de la sala a altura media son ideales para mostrar el tamaño, alcance y atmósfera del evento, y fotografías de los ponentes recibiendo premios o placas aportan un reconocimiento que perdura en el tiempo.
De igual modo, también es importante tener en cuenta los momentos más informales, como las comidas, paradas para café y las interacciones entre participantes. Estos momentos no solo aportan a la narrativa del evento, también resaltan las oportunidades de networking (que, en este caso, son vitales para los asistentes). Estas interacciones pueden llevar a conexiones de lo más significativas, nuevas colaboraciones empresariales e, incluso, el inicio de nuevos proyecto. Capturar estos momentos, en definitiva, muestra el valor completo y real de asistir al evento, más allá del aspecto más formal de éste.
Algunos de los siguientes consejos para asegurarse de tener los mejores resultados son los siguientes:
- Limpia siempre la lente de la cámara. Puede parecer simple pero es un paso, a veces ignorado, que puede ser una diferencia de lo más significativa.
- La regla de los tercios es otra guía muy útil; alineando a los individuos con la cuadrícula o, incluso, en sus intersecciones para crear composiciones más dinámicas. Importante: Se debe dejar aire en la dirección que mira el ponente.
- Hay que tener en cuenta la luz para evitar sombras y, sobre todo, controlar la fuente de dicha luz.
- Presta atención al fondo para asegurarte que no hay elementos que puedan causar distracciones.
- Finalmente, recuerda encuadrar los planos cuidadosamente, ya sea de cuerpo entero o algo más cerrado, pero evitando siempre cortes como a la altura de la rodilla o pies del sujeto.
Como consejo final, antes de grabar o capturar imágenes, primero hay que detenerse a pensar dónde serán compartidas estas imágenes: Podría ser en la página de la asociación, Linkedin, el libro de ponencias de dicho evento o, incluso, como parte de un archivo enviado a los participantes.