Una asociación es una red social en sí misma
Si el objetivo principal de una red social es unir a las personas entre sí, comparte la misma meta que una asociación.
El nexo entre individuos que comparten un mismo interés es la principal actividad de una red social y de una asociación.
Entonces, ¿por qué esa reticencia por parte de la mayoría de las asociaciones empresariales a utilizar las redes sociales?
El “cliente” de una organización asociativa es una empresa (que tiene además sus propios “clientes”), pero este hecho no deja de convertirles en “potenciales” que pueden ser captados, por lo que el modelo comercial de ambas es exactamente el mismo.
Un modelo donde la comunicación es fundamental, por lo que las redes sociales, utilizadas exclusivamente en este ámbito por parte de asociaciones empresariales, son muy importantes.
Si el gremio en cuestión es algo arcaico y sus responsables no están familiarizados con las nuevas tecnologías, razón de más para utilizarlas.
Quién no está acostumbrado al uso de redes sociales como Facebook, Twitter o Linkedin, quedan alucinados una vez las prueban.
Esa sorpresa que se llevan al ver en su teléfono móvil las fotografías de una reunión o evento de la asociación, colgadas en una red social, puede hacerles animarse a dar el paso para formar parte de ella.
Las redes sociales en los gremios con dirigentes poco familiarizados con ellas pueden ser un valor añadido de la asociación y la herramienta fundamental para su captación.
La gestión comunicativa en este ámbito por parte de la asociación aporta valor.
La comunicación es poder, pero solo si se transmite, por ello, los acontecimientos han de ser contados.
Las redes sociales ayudan a difundir información en la red, y lo mejor de todo: gratis.
Facebook, Twitter o Linkedin, permiten la publicación de contenidos en la red sin coste alguno.
Mientras por el contrario, la publicidad supone, en muchos casos, un gran desembolso para las empresas, empeñadas a mantenerse ceñidas únicamente a técnicas comerciales del pasado.
En definitiva, abrir la ventana y dejar entrar el aire fresco en materia de comunicación, puede reportar beneficios a las empresas, y por ende, a las asociaciones encargadas de darles soporte.
En el futuro, la tendencia cambiará, pero entendamos que en materia de comunicación, el futuro es ahora.
